Eduh Siqueiros

Y aquí estamos poseyéndonos

Los cielos confabularon para que aconteciera este encuentro febril de nuestros labios.
Las estrellas vaticinaron que habríamos de contemplar mutuamente nuestra desnudez con los ojos cerrados.
Los cerros anunciaron que nuestras pieles se reconocerían en este punto de la historia.
Los mares revelaron que nuestros fluidos se combinarían.
Y aquí estamos, en este preciso espacio-tiempo, coincidiendo.
Y aquí estamos, conociéndonos totalmente con las manos.
Y aquí estamos con nuestros centros vitales sincronizados en pulsaciones exacerbadas de pasión, con agitaciones de efervescencia entre las venas recorriendo nuestra totalidad, con nuestras almas ataviadas de fervor en la bilateral cesión de delectaciones suprasensoriales; desde el encumbrado acto de nuestras caricias.
Y aquí estamos poseyéndonos, en el cumplimiento del oráculo de nuestra consolidación.