¡Madre AUXILIADORA,
que hoy más fuerte
brille tu corona!
y repiquen las campañas
de un pueblo que te adora.
Consuela a tu pueblo
reina y señora,
bendice al valle que llora,
por no poder acompañarte
en la pena que te desola.
Intactos mis hombros
no encuentran su carga,
y mi molia triste reposa
sin sudor ni labranza.
Que a la aurora de tambores
pregunta hoy mi faja,
porqué no ciñe mi cuerpo
con los hilos de su lana.
!No llores costalero! ,
no pierdas tu pujanza,
que nuestra madre se balancea
en los rincones de tu alma.
No te quedes en silencio
y mece fuerte tu esperanza
aunque no puedas verte
de costalero en la plaza.
Mira su rostro resplandeciente,
háblale como siempre,
que pronto serás el guía
que de nuevo la sustente...