Leoness

Por la senda pedregosa

Yendo por la senda pedregosa,

me mira, una ardilla silenciosa

ya dispuesta, a su ramita saltar,

me sostiene la mirada al pasar.

 

Unos niños abandonan su escondite

pues, a la ardilla desean cazar,

un búho ulula ¡no niños! emite,

a la ardilla, no habéis de maltratar

 

¡Dijo el búho! Siempre podéis, al pasar,

a la ardilla saludar, ella corresponderá

con una piña de piñones para sacar.

 

A Ella, la cola alegre se le izará

si desde su altura os viera regresar,

veréis que, siempre, os reconocerá.