**Cosiendo heridas**
Le cosió la camisa
pero antes ya le había
cosido la herida,
esa por la que se le estaba
escapando la vida,
después de un fracaso
largo y doloroso con tintes
de amargura,
una charla infinita
ante un café sin azúcar,
palabras sinceras
mirándose a los ojos
sin miedos ni penas,
quedaron encerradas
en su alma
todavía incrédula,
una noche cuando
la luna lucÍa llena
y cuando el amanecer despuntó,
ya tenían claro
lo que sentían los dos,
fue una trasfusión de su plasma
que ella le brindó,
para que dejara de sangrar
ese roto corazón,
y un cielo claro se abrió
para desde ese momento
iluminar a ese nuevo amor,
con la herida restaurada
que ella le cosió...
Elena ©