Ben-.

Poeta dormido-.

Uncido a tu ley,

soltero del universo,

perforo los anillos

doy de comer al sediento,

y no me equivoco, violo

al invidente, postrado

en mi somnolencia, sólo

atraviesa mi estancia,

la dureza de un hierro,

el capataz de los látigos.

Hay una tristeza más grande

que no haber vivido, y es

la de haber vivido en fantasías.

Y bajo a la tierra, y hallo

encuentros ordinarios, sótanos

destartalados, inundados maceteros

donde hierve la vida.

Buey de tus anhelos,

sin rostro, apenas artificio,

acepto tu silencio, y mi derrota.

 

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