Adelaine Soto Alvarez

DESDE EL RINCON MAS OSCURO DE LA IMPOTENCIA

Desde el rincón más oscuro de la impotencia

siento un crujir de campanas

en otro idioma

junto a una orden persuasiva

 

¿Quién ordena

pregunto y no se escucha

una palabra

pero escucho  los resuellos

todos maniatados

envueltos en un vacío atroz

 

También siento pasos que deambulan

mostrando una severa indiferencia

 

Vasijas repletas de lágrimas

y una gran montaña de lamentos y hambre

 

Siento sed, deseos inmensos de lanzarme

a una nueva cruzada

sin importarme la niebla que aúlla

los cajones

en espera de las llamas inquisidoras

que calcinaran su aullido

 

Qué poder hacer con las voces y los gritos

el auxilio de las almas en penas

 

Cómo quitarles los grilletes

derribar el cepo

de esta creciente esclavitud

 

Las raíces se me clavan

el olor a yerba seca

el polvo inconfundible del camino

ladra en mis zapatos.

 

La mudez me provoca un asco incorregible

metido en los más intensos del dolor

 

Saber que la paz tan sólo es una palabra

que desvanece a la esperanza

sin apenas intentar un nuevo canto

 

Por qué el silencio cayendo a borbotones

la virulencia intacta

aguerridos y duendes

tratando de clavarte la píldora

que envían los del más allá

sin importarles el fuego en las pupilas

 

Demencia y más demencia

socorros  desoídos

 y la crueldad cortando la respiración

en contubernio con las confusiones más feroces

 

Han llenado la llanura de arcabuces y espías

se han adueñado de todos los espacios

nadie puede dormir bajo este miedo

 

Así vamos de una madrugada en otra

con el dolor rítmico

justamente en medio del miocardio

el aroma que respiramos es a cuerpos putrefactos

y el brazo poderoso de la supuesta justicia

dictada

por los de doble cara

doble pecho

y por aquellos que prefieren mantenerse ciegos

 

Desde el rincón más oscuro de la impotencia

siento un crujir de campanas insatisfechas

mientras la poca lumbre que nos dejaron

va perdiendo lentamente su desvelo.