Esteban Mario Couceyro

Amada luna

El niño

solo

con sus pensamientos

cada uno una vida

en esa noche de verano

eran tantas

sus fantasías

entre las infinitas estrellas.

 

Subido en la más alta rama

como si fuese

un marino

en las jarcias

de un navío

surcando el cielo.

 

El niño

blande en su mano

una rama

como espada

cortante

de villanos

intrépidos y malos.

 

En un instante

el ladrido de un perro

transforma el barco en un caballo

al galope

llegando al pié de las altas montañas

y encima de ellas

la luna redonda

reclama ser rescatada

de malignos ladrones

tras la montaña.

 

Entonces es cuando

el niño

reclama al destino

a las estrellas del cielo

poderes mágicos

para que su brazo

sea poderoso

y

alcancen la luna

redonda luna

………….

 

Guardarla

en el bolsillo

del corazón

después de besarla

y

prometerle

seguir creciendo

para defender

el cielo

donde ella

pueda amarle

mientras él la mira

pasar

en los cielos del verano.

 

Pero esa noche

la única vez

la llevará

en el bolsillo

para colocarla

en su almohada

y soñar

con ella

su amada luna.