Eduh Siqueiros

La rosa entre tus senos

En las ansias sobre mi piel, en las flores sobre el campo, en los astros sobre el orbe, en la iridiscencia entre tus ojos, en la calidez entre mis entrañas, en el brillo entre tus labios, en la rosa entre tus senos…, ay, en la rosa entre tus senos yace la vida en un eminente florecimiento como la esperanza cuando las sombras se desvanecen ante la mañana.
Y quiero posar mis labios sobre los pétalos de la rosa y en un beso morir en el meritorio sacrificio de desangrarme en el rosal de tus bustos y restaurarme desde sus efluvios.
Sucumbir, consumirme, desvanecerme entre los pétalos de la rosa en tu pecho…; déjame, oh reina mía, impregnar el aroma de la suave rosa en mi mente y en el acto mátame, mátame con la esencia de tu eternidad que excita a mis pensamientos.
¡Oh labios, si pudieran conquistar en un ósculo sagrado la gloria portentosa de su majestuosidad! ¡Ay, pensamientos si pudieran coronarla soberana absoluta de toda esta existencia! ¡Oh alma si lograras conquistar la adherencia total en su terneza de mujer como premio de inmortalidad!