Faeton

El beso que oscila

A Sara A., con amor y devoción, ahora más que nunca

 

Hay un beso que cuelga de mis labios
como gota de rocío
deslizándose perezosamente
por el borde de una hoja de eucalipto.

 

Cuando oscile en su punta
y amenace con ser lágrima
en el mar de los suspiros,
tus labios se abrirán
para ofrecerme gustosamente su pistilo
y recoger la semilla
que germinará
en nuestro bosque de ensueño.

 

Tu boca es el ánfora
donde el agua sueña con evaporarse
en una porción de cielo
–amor que, como el cielo, es infinito–.

 

El rubor de tus mejillas
es un campo de amapolas
donde yazgo embelesado
contemplando
el baile de las nubes
al quebrarse la aurora.

 

A mi lado,
el Faro musita tu nombre
con su piel de silencio,
y yo sé que te amo
y que eres del roble
la corteza.

 

© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.