Luis de Yeliang

Doce momentos

Intenté escucharte

tras el murmullo misterioso de tus ojos

pero un velo todavía más misterioso

intentó mi corazón pararme

Detuvo pues el momento ansioso

y como regalo ostentoso

doce marcas sucumbieron

incluso con fuego más pausado

borraron todo recuerdo

cada sonrisa cada beso

más yo sabía que te había amado

como otros no pudieron:

Bailé contigo toda una noche,

tu mano tomó la mía inconsciente,

me miraste un día vehemente,

te miré otro día no hubo reproche,

canté algo raro reímos con derroche,

te dije algo mío pero no aceptaste,

bailaste con otro otra noche,

y tomó tus manos fuiste consciente,

yo te seguía mirando vehemente,

pero tú solo me mostrabas reproche,

gasté mi alma mi corazón con derroche,

te dijeron algo y tú totalmente aceptaste.

Intenté escucharte, pero ya no quise

el misterio se llamaba amor

estaba destinado a otro

y por no aceptarlo sigo triste.