ubik

LA SUTIL HERENCIA POR VENIR

Si reúno cuatro palabras mudas, 

quizás consiga el grito de la última,

y te nombre sin acertar.

 

Tanto ruido sin sombra

es la vida desfondándose,

que el escupitajo del cuervo

nos bendiga.

 

Y sí, a veces, duerme el mal.

 

Allí el sueño de los malditos

se cita con el alma.

 

Seductor hallazgo

que el crudo silencio crucifica

en su pálida esbeltez.