Geovani

No queremos nunca separarnos.

 

Tienes con tu infinita belleza a mi corazón enamorado,

Mientras nos besamos, nos seguimos amando,

Acostados en nuestra alcoba, de nuestra casa antigua,

Se cruzan nuestros ojos y amándose se miran.

 

 

Nos entregamos al amor, abrazados en silencio,

Eres mía, soy tuyo, ambos nos pertenecemos,

Crecen las llamas de nuestro amor que a la nieve derriten,

Dejándola fuera de nuestra habitación, convaleciente.

 

Las palabras se renuevan en el amor, ya no son cotidianas,

Mientras se matiza de blanco fuera de nuestra ventana,

Nuestro idilio se cimienta en la más pura verdad,

Ha de durar infinitamente por toda la eternidad.

 

Solo tu bella voz hermosa es lo que quiero escuchar,

Porque con ella a cada palabra me vuelves a enamorar,

Sólo con escucharte renacen nuevamente mis sueños,

Se detiene con una palabra tuya el tiempo,

Me llevas volando a lo más alto del divino cielo.

 

Con cada beso que nos damos,

Crecen los frutos deliciosos del manzano,

La luna no nos deja en la completa oscuridad,

Con su luz plateada nos viene a iluminar.

 

“No queremos separarnos ni para ir a la escuela, aquella vieja construcción de 1930, sólo queremos estar abrazados, besándonos, como siempre, en los días de antaño.”