PIES DE ROCÍO.
Hoy Invité mi pluma a escribir,
con tinta de campesina escuela,
que no se detenga así duela
contar lo que duele decir.
le dije, hablemos del invierno frío,
con verbos ciertos sin decir falso,
de los pies de niño, frío, descalzo,
pisando hierba de helado rocío.
Cuenta niño de duros inviernos,
de pie descalzo tras pesado arado,
haciendo del surco pan trabajado,
que te privó de sabios cuadernos.
Dí que no era nuestro deber,
vivir tan dolorosa proeza
a que obliga la fiera pobreza,
que un niño no escoge al nacer.
Le insistí, vamos pluma a decir,
de abusada américa de antaño
obligando a niño de siete años,
hacer la tierra producir.
Que nadie olvide nuestro sufrir,
niños de ayer y tanta gente,
sometida por humano indolente,
con látigo de doloroso chasquir.
Niños pobres quitados de la teta,
rompiendo descalzo el amanecer,
para que otros se den gran placer,
con el mejor pan y vino del planeta.
Y ahora que no ando por surco frío,
nada de este mundo me asombra,
aún pise mi pie cara alfombra,
no olvido aquellos pies de rocío.
Mariano Retamal Jara.
Poeta al atardecer.
Abril de 2021.