Freddy Kalvo

Dialogando...II

Niña Lola y doña Chana

se fueron a conversar

de Ruperto que al pasar,

lo vieron por la ventana.

Eso fue muy de mañana

saliendo la luz del sol

él llevaba un girasol

que por pena no entregó

a quien a él lo rechazó

bajo hermoso copinol.

 

¿Qué les pasó, niña Lola?,

preguntó la niña Chana,

muy inquieta, muy con gana,

de saber por qué está sola.

Me tiró una cacerola,

le contestó embravecida;

y no estoy arrepentida

de mandarlo ya al carajo

mejor sola, que un guanajo

que me quite a mi la vida.

 

¡Qué tremenda situación!,

exclamó la fiel amiga

que llegó con gran intriga

y con mucha expectación.

Niña Lola, con razón

vi muy triste a don Ruperto

con el ojo medio tuerto

llorando como ese niño

que no tiene ni un cariño

cuando ya su madre ha muerto.

 

¡Qué se vaya a los demonios!

le dijo muy indignada

con su palabra alterada

sin decir más testimonios.

Yo no soy sus patrimonios

pa´ que venga aquí a humillarme

ni que piense ya en buscarme

porque esto se ha terminado

pues el amor me ha matado

¡Qué ni piense en conquistarme!

 

Eso mismo dijo Cando

anoche que me contaba

que Ruperto la lloraba

porque aún la sigue amando.

Pero lo que está contando

no lo sabe mi marido

va pegar un alarido

cuando se lo esté diciendo

cuando vaya comprendiendo

que Ruperto es un bandido.

 

¡Ese tipo es desgraciado!,

aparenta ser de miel

pero hasta me ha sido infiel…

y a don Cando, ¿le ha contado?

Nunca yo le he preguntado

para no ser atrevida

tampoco controvertida

en mi propia relación,

pero vendrá la ocasión

con información surtida.

 

Y si son tal para cual

ya sabrá de sus andanzas

también de sus asechanzas

siendo del mismo piñal.

Mi marido es bien cabal

no me intrigue niña Lola

yo no quiero quedar sola

con tres hijos por delante

ya no siga delirante

que mi esposo me enarbola.

 

¡Ay querida doña Chana!

Así pensé en un momento

convencida me arrepiento

¿Y don Cando, la engalana?

Supe que la niña Juana

le andaba coqueteando

no me está usted preguntando

ni quiero causar problemas

mejor dejemos los temas

y vamos desayunando.

 

Ya me puso usted nerviosa

como agua pa´ chocolate

y hasta el corazón me late

porque ya me puse ansiosa.

Niña Juana está preciosa

yo la observo, yo la admiro

pero ahora ya deliro

con lo que me está diciendo

y si Cando está saliendo

ya con ella... ¡me retiro!

 

Tranquila, ya no se ofusque

no es seguro lo que digo;

si lo dijo, un enemigo

le pido que ya no busque.

Aunque ya no me rebusque

usted ya sembró la duda

y me he quedado hasta muda

sin palabra y sin aliento

diré, lo que ahora siento

gracias a su plena ayuda.

 

Y terminó la visita

de la Chana a niña Lola

ni se le vio ya la cola

pasando la montañita.

¡Ay!, no quiero se repita

una nueva decepción

con otra separación

como le pasó a Ruperto

si a don Cando han descubierto

una oculta relación.