En un mundo de tinieblas
tu palabra es nuestra luz,
porque solamente Tú
iluminas nuestra meta;
eres, del Cielo, la estrella;
en la enfermedad, salud,
de la gama, claro azul,
la Verdad más viva y plena;
yo me entrego ciegamente
a tu Santa Voluntad,
y recuerdo siempre, siempre,
que yo debo perdonar;
un gran bien fue conocerte
y en tu Fe hallar la paz...