Jesús Alberto Arbeláez Arce

En la Próxima Esquina Bulímica-Da (María de los Gatos o Como Morir en el Silencio)

Que con su mano izquierda se sostiene sirviéndole de apoyo un resquebrajado palo que agoniza, mientras con la otra, tantea el aire asfixiantemente negro para ella, como ella, no para ti.

 

Su abultado cuerpo, masa informe humildemente inaguantable, se balancea al compás del toc-toc-toc de su bastón, que junto con los anteojos conforman el ideal uniforme para alimentar la miseria asexuada y vagabunda.

 

Ella, asidua caminante de las aceras, compañera fiel de la necesidad, maestra de fantasmas y de-li-rios, te abandona, te deja su rincón putrefactamente puro, cubierto con la historia de tu historia, que se lleva tranquilamente tu tranquilidad de domingo por la tarde, amarrando con sus trenzas el fastidio inspirado por sus tripas-trapos-ojos.  rompiendo con su muerte un silencio de plegarias enfermizas, enmohecidas.

 

Ya no oirás el mudo bamboleo de María, ni disfrutarás con su clamoreo desquiciado, la esperanza de tu cielo repleto de angelitos primorosos se derrumba,  junto con la limosna que se pudre entre tus manos –blancas, puras, perfumadas caridades- ya que el ser receptor de tus pecados se ha marchado, orinándose en la alfombra de tus culpas hierodúlicas. Ya no tendrás a quién tirarle con furor la puerta en las narices, moviendo coquetamente tu meñique, tu pequeño y hermoso meñique de las cinco y cuarto…..pero… ¿qué harás mañana, en la mañana de mañana por la mañana, cuando tu perro no tendrá a quién morder graciosamente en el trasero, en la mañana de mañana por la mañana?

..pero mañana…a nosotros la culpa… mañana no será diferente….mañana sabrás...

 

\"Ayquepecadopobrecitacomoaguantarádehambre

perosúbeterápidoalautoquienquitaquenosrobe”,

 

seguir diciendo tranquilaeimpunemente: ¡qué asco!.  Apúrate, apúrate…tus rezos, tus misas, tus cocteles, te están esperando…..ah..y si quieres refrendar tu pasaporte para el cielo repleto de angelitos primorosos, hazlo allí…si, allí, en la  próxima esquina bulímica-da.

 

Y así, en el limbo, en el rincón oscuro de la realidad, en ese túnel inhumano, monstruoso del olvido está María,esa mujer en cuyo mundo los colores y las formas estaban prohibidas, y que solo encontró una forma de libertad: la muerte.

 

Allí esta, y siento que por mi cuerpo, por mi ya acabada anatomía, un ácrata camina, con el ceño fruncido, de botas, buscando la salida estiercolizada de la cólera, empuñando en su diestra la tercerola oxidada del pasado, y sonrío de terror al tocar lo que era vida…hoy es materia inerte, putrefacta, maloliente, vengativa.

 

Con mis ososas manos resisto la embestida ululante de tu multitud microscópica  de palabras escurridas, sucias, paralógicas, que se escapan presurosas por tu morbosa cañería gutural, pisoteando, soterrando la ya raída manta y dejando entre mis uñas ese color soldadesco, liberticida.

 

A María de los gatos,  con dolor…con inmenso  dolor.