Nacho Rey

JUEGO DE HAMBRE

 

 Fijarse en el detalle cuando el que pasa hambre

sus lágrimas son lluvia y dolor exclama.

Cada gramo es importante cuando da calambre

el cuerpo frágil y débil.Se enciende la llama.

 

 La que llama a ese río de piedad y quimera,

no dormir para no morir en el cemento.

O espiar para acabar muriendo en la bandera

de la indiferencia: contraseña del fallecimiento.

 

 No es juego de hambre ni viento querido;

ni diente engordado por pan de hartura.

No.Pobre sus pensamientos como herido

por la Muerte quererlo en su envoltura.

 

 Uno deja de ser humano para ser fantasma.

Una criatura a falta de abundancia.

Su vida se malgasta y nada le entusiasma:

no se entiende la vida pues brilla,la petulancia.