XXI.
Aquí estoy sin una posible salida.
No hay como escapar, no hay más que seguir aquí. Sin ver el porqué, sin saber por donde puedo, mirar la ventana de esta eterna cárcel, este sin sabor de entender el porqué estoy aquí.
Atrapada, enredada en mi cárcel sin sol, sin luz, sin solución, sin remedio, ni conclusión, estar en esta cárcel que me has brindado tú, la de tu mirada, de tus ojos color miel. De tus manos acariciando toda mi piel.
Tus brazos atándome toda a tu vida.
A tu ser que siente cuando me ato a ti.
Y sola al final me encuentro sin nada...
Sin nada de lo que me une a ti.
Esa cárcel que me ata, que no me deja salir. De la difícil lucha que da no estar allí, la vida sin nada que me acerque a ti, La vida que deja mis te amo, mis te odio por no ser de ti. La difícil cárcel de vivir por ti, sin ti y con mi fría soledad.
Soledad que amo porque me lleva a tu recuerdo, que odio porque no te trae más, misma que es mi mejor compañía y manera de ser esta que si te fuera infiel con un amante ya no sería esta sino una simple mujer sin poesía, sin historias, sin más que una vida que a lo mejor no amaría.
Pero que aún amo por ser mi único norte cuando más perdida me siento y necesito un refugio en donde anidar.
Anna.
Abril 12. 2021.
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