Adelaida GutiƩrrez

Carta por esos recuerdos

Para un recuerdo constante:

 

Pienso que no debería pensarte, pero no puedo evitar que vengas a mi mente a cada instante...

Que en medio de la penumbra, mire el firmamento y sin quererlo te imagine viendo el mismo cielo que nos cubre, viendo cada una de las estrellas...

Y los recuerdos fluyen de forma que no puedo, ni deseo pararlos.

Aún cuando siento que mi cuerpo se vacía ante una profunda tristeza que me causa saber que no te veré más...

Que solo puedo recordar tu silueta entre las sombras de la noche.

Sabiendo que estamos tan lejos y en una misma ciudad...

Que la lejanía es tanta, que quizá al salir a la calle pueda encontrarte...

Y como es de esperarse, ni si quiera notarás si paso a tu lado, y yo disimuladamente parecerá que tampoco, pero lo diré en serio, en esta carta que nunca llegará a tus manos, que hoy, te pienso quizá más, de lo que te pensé ayer.

Que me destrozare por qué al volver a mi casa, quizá te encuentre en alguna calle con tu nuevo amor.

Ahora creó, que no te tráete como debía, ni te puse la suficiente atención, y solo espero que el no sea tan tonto como lo fui yo...

Que llore tus tristeza y sea tu consuelo en las mismas, pero que también se alegre con cada uno de tus logros por más pequeño que este sea.

 

Y sé, que es tarde para dame cuenta de que tú fuiste lo mejor que me pasó en esta efímera vida, y que ahora solo me queda el recuerdo de los inescrutables momentos que disfrute a tu lado, y que no olvidaré por más dolor que me cause está herida, que jamás sanará, aunque no me pudo quejarme por qué nos amamos tanto que se volvió una costumbre.

 

Pero quiero que sepas que mis manos siempre estarán extendidas para ti, si algún día lo necesitas te juro que estaré ahí ....

 

Atte: un vago recuerdo