E. G. Cortez

Percepciones I

El mundo está recostado sobre sí mismo,

descansa sus hondos brazos

sobre sus anchos horizontes perdurables

y ríe como un mundo sabe reírse

colmado y augusto en su inmensidad.

 

Es aquí en el mundo inconmensurable,

donde mi barca orgánica y sensual

hondea y cuestiona su sibilina naturaleza

Enervada, orgullosa, necia. 

Donde ha venido a ser por casualidad

y solo es porque puedo preguntármelo.

 

¿El mundo es porque nosotros somos,

o somos para que el mundo pueda ser?

 

Por toda conciencia e invariablemente

estamos eternamente abandonados,

corriendo sin saber a donde,

llegando a ser sin saber muy bien que,

maravillados aquí en el mundo

eremita del universo, 

imperioso solitario.

Y aunque resulte el universo estar lleno

de abultados mundos llenos de Vida

nunca nadie podrá 

arrebatarnos nuestra soledad. 

 

Nuestra oportunidad de ser.