José Luis Barrientos León

Tú mujer

 

 

Tú mujer, que me miras como el sol

Con su brillo y fuego que enciende la vida

Como el simple instante que significa el todo

O la cándida mirada que arde de deseo

 

Tú, que, bajo la sombra del árbol, escribías versos

Describiendo mañanas de quietud y océanos

Oleajes de amor inagotables

y arenas humedecidas por la pasión de un beso

 

Tú mujer, la tierra fértil que consumió temores

Que engendró caricias, madurando el fruto

Inundando el campo con la virginal simiente

Que esparce el viento, como si fuese un canto

 

Tú, que estas aquí, entre las raíces que sostienen todo

Como los latidos que me entrega el viento

O los tenues brillos de una estrella enana

Recordando cuerpos, agitando el alma

 

Tú mujer, que concibes delirios en tu vientre ingenuo

Has colmado de venturas a la noche oscura

Inflamas la piel con sutil ternura, invadiendo todo

Con la brisa suave que me da tu aliento