Pyck05

CANDOR HUMANO...

Candor humano,
se dice alegremente,
y es lo que falta.

No sé si es cierto,
si acaso es el cariño
lo que se extraña.

Candor de niños
que escapan, de la escuela
a nuestros ojos.

Candor de madres
que, tanto, precisamos
hoy los mayores.

Candor de manos
de ancianos, temblorosas,
que tanto dicen.

Candor de labios,
que tiemblan, con un nombre
y en un suspiro.

Candor y fiebre
de algunos corazones
que languidecen.

¡Calor, candor!...
En medio de la vida,
os busco yo.

¿Por qué me niegas,
oh, Dios estas caricias
y esta canción?

Me arrebataste,
y llevaste contigo,
su corazón.

Pero mi madre,
su rostro y su figura,
siguen conmigo.

Van a mi lado,
están en mis latidos,
Siento su aliento.

Vienen conmigo,
(por mucho que no existan),
en mi recuerdo.

Y este calor,
candor, que tanto ansío,
sigue latente.

No es un recuerdo
ni restos del pasado.
¡Es el amor...!

Rafael Sánchez Ortega ©
22/11/20

Se intenta acercar, por medio de los versos, a ese calor-candor, afecto, en una palabra que toda persona siente hacia otra y recibe, a la vez, conscientemente. Es un sentimiento instintivo que, a lo largo, de la vida se reclama y se añora muchas veces. Así es ese calor-candor materno, filial, de amigos y otros que están en el ánimo de todos.