rosi12

Adiós

La sirena sonó y las anclas se elevaron. Unos remolcadores hicieron  su trabajo para encauzar

el barco en el canal. 

Los jóvenes marineros seguían con sus tareas de fajina.

Las gaviotas revoloteaban cerca despidiéndose porque pasaría bastante tiempo para que volviera el

buque al puerto.

Un uniformado por popa miraba el horizonte donde se escondía el sol,

las nubes se habían alejado con una suave brisa. Los trabajadores hacían su rutina diaria y desde la cocina una rica aroma ascendía por

las ventanillas, una buseca sería el

festín de la noche.