anárkense

dudas envueltas en mares

cada día más que pasa estoy en la miseria 

cada vez que quiero dormir mi cerebro se despierta 

¡y a quién le importa! ni a mí me importa

no sé qué digo no sé qué pienso

no sé qué hago no sé qué escribo

no sé qué clavo cava este cabo

si me pego con la clava o estoy hablando en clave

retumba el vibrante corazón bribón dentro del alma atrapada en el soma 

y grito lo que nadie escucha y sigo por el negro agujero que conlleva la existencia con decadencia

mientras los demás miran y no noto su tono ni presencia

y sigo y digo y giro y gimo y timo y tiro y fingo y firmo y me fijo en el sí, cinismo mismo

aunque sigo queriendo saltar al abismo

y qué me espera después de la anhelada muerte

te veré o desapareceré, no lo sé, nos vemos el martes a las tres