Moliner Vallés

Almas

Alma mía, destruida y destronada.

Caída en la desesperanza de un futuro descorazonador.

Cae aquí mi mano, el vaso derramado;

la sangre, el vino.

Alma pequeña, abocada al vacío.

¿Quién no quiere despertar de un mal sueño?

¿Quién no quiere un último suspiro?