Laura

LA TRENZA DE MI ABUELA

De niña vivíamos con mi abuela

Dormíamos en el mismo cuarto
Tenía un ropero con espejo en la puerta
Enorme espejo biselado, mi gran espejo…

Cuántas cosas imaginaba mirándome en él…
En uno de los cajones del ropero guardaba su trenza
Sí, la trenza de cuando se cortó el pelo en su juventud
El pelo le llegaba más allá de la cintura
Vaya que era larga esa trenza, muy larga para mí
Siempre me gustó y me llamó la atención
Me encantaba jugar a que era mi pelo
Y mi abuela a veces me la prestaba
Desde que la tuvo la llevó con ella
Sí, siempre consigo en todas las mudanzas
Todo lo que guardaría trenzado ese pelo…
Cuántas alegrías… cuántas tristezas…
Cuántas manos lo habrán trenzado
Y cuánto amor en esas manos
La cuidaba como si fuera un tesoro
Porque era su tesoro, tesoro de juventud
Tesoro de afectos, tesoro de momentos…

Una leyenda dice: cuando estés triste…trenza tu pelo,

para que la tristeza no pase a los ojos y los haga llorar

y no pase a las manos y lo que cocines te quede mal

La trenza es la unidad del pensamiento con el corazón…

 

¿Desearía ella que todas las tristezas vividas quedaran allí,

en ese pelo trenzado, aunque ya no le pertenecía?

Su pelo había quedado muy corto, ya no lo podría trenzar…

¿O quizás desearía ella no haber cortado nunca su pelo?

Eran épocas de obediencia incondicional y pasiva…

Épocas de acatamiento de normas impuestas...

¿O quizás había seguido la nueva moda de su época?

 

No sé cuál de todas fue la causa, pero… ¿saben qué?

Vaya que había amor en sus comidas…las mejores

Vaya que había amor en su mirada… la más tierna

Esa trenza fue un gran símbolo para ella y para mi

Les aseguro que siempre hubo amor en sus manos

y siempre hubo amor en su mirada…

¿Será que la leyenda es real?...

 

LHD