Alejandro Tapia

Protège-moi

Protège-moi

 

 

Somos cadáver del momento…

Del tiempo que se detiene

 Para habitar brevemente este cuerpo.

 

Somos brea que escurre en medio del bosque perene,

Tengo los ojos convertidos en piedra,

Me escupió la Gorgona, héroe fracasado.

Siento que mi alma se me sigue corroyendo

Ácido de limón violeta, todo lo mancha la melancolía.

 

Sigo mi camino, y he de seguirme pervirtiendo

Satisfecho me escondo en los rincones

Reposo,  y hastiado me recargo en el letargo.

Inerte permanezco, hasta que las arañas

Negras y peludas, se despiertan…

Bajan hasta mis uñas, me quieren comer las venas.

 

Gotas de sudor acres me aperlan la frente

Escribo en la obscuridad, comiendo carbón

                             O

en la obscuridad y con los ojos blancos                   

 y sacando la lengua.

 

Vivo sólo para el orgasmo,

Porque luego me invade el absurdo

Dios apiádate de mí y de todos

Permite que flote leve…

Que caiga lento.

 

Porque entiendo que somos

Sólo el tiempo que tarda la caída

Por eso jamás me gustó,

Ni mirar el ocaso,

Ni echar piedras al pozo.