Indira Pochtaruk

Julio A. Roca

O h Julio A. Roca !
Tolerable pedazo de arquetipo
quien en su fecundo nacimiento
atesora al Caseros en son de fuego
en las suaves colchas
del padre que es el hijo
bajo el nombre del Espíritu Santo
y la muerte que cabalga ¡y más!
no tras los opuestos
mas tras tu saliva
que dio fuego ¡último! en el Paraguay
Y tras la mano civil de Sarmiento
desmontando fusiles has ido
hasta encontrar tu bocho desvaído
queriendo ya no ser provinciano
mas ministro de Guerra y
todos esos títulos en vos y voz
que con ímpetu fue rechazado
y con el nombre de Conquistador
hechóse en posición de elección
con un doblaje mitrista
que no quería cantar
                  Paz y Administración
mas paz y más poesía
pues armóse no sólo en armas
mas en palabras
y aventóse al mundo de la letra
más allá de la retreta
y ganóse un lugar en el corazón
de toda una nación
por traducir a destiempo
no a Celman ¡ya no!
mas a Percey B. Shelley
tras el colmo
de una aquejada tumba
que ves como ultracuna
sólo por ser muerto
con el dolor de la madre a cuestas
y el ¡cantad! XVIII
donde la naturaleza hace efecto
en su búsqueda tras el defecto
de la falta de vida de Adonais 
que en paz descansara
bajo la golondrina
o la lagartija
o la culebra
que han de ser
más nación que la nación
que dejaste
tras tu arte
de la traducción