Alfredo Saez

-No se rinde Covid-

 

 

 

Rescate feliz de la escolar niña divina;

 inclemente, duro  tiempo del encierro,

que la rara peste mundial no discrimina: 

mórbido su acoso de trefilado entierro.

 

Pasaron esos días en extremos eternos

no más que unas hieráticas  semanas,

tan  penosas las distancias sin vernos

solo silencios tras las grises ventanas.

 

Padecían las frágiles y familiares burbujas,

las lánguidas angustias de temores reales,

espadas damoclianas como punzantes agujas

todas rodeadas de crecientes cifras mortales.

 

Ordenan respetar con rigidez las cuarentenas

que confrontan  disruptivas Salud y Economía,

inútiles para resolver dilemas ,comunes penas

en medio de compleja, intrincada opción en porfìa.

 

Un descanso parcial en el viaje doloso de Eolo

sus microscópicas brisas aladas son mala vid,

salvos a medias, respetando disciplinar Protocolo.

¡Aún no se rinde ni abdica la terca corona Covid!