Bernardo Arzate Benítez

¡La riqueza interior!.

 

 

 

Muchos tratamos mejorar por fuera,

y descuidamos mejorar por dentro,

como si ser mejor por fuera fuera el centro,

de una brillante y majestuosa esfera.

 

¡Ah, si dirijiéramos la vista hacia nosotros,

oh, Si apreciáramos más a las estrellas,

criticaríamos más a nuestras huellas,

que las huellas que nos van dejando otros!.

 

Amarse uno mismo es el segundo mandamiento,

y eso, al parecer, tiene sentido...

pues, ¿Qué caso tiene mucho haber tenido,

si por no gastar se vivió hambriento?.

 

La riqueza externa e interna,

normalmente no son llevaderas.

La riqueza interior es la linterna

que nos ayuda a cruzar \"negras praderas\".

 

La riqueza exterior: Plata y oro,

el obtenerlos, ¡Cuánto cuesta!.

No es de estrañar que traiga lloro,

y una bolsa de estrés, como respuesta.

 

La riqueza interior, da paz, consuelo...

y también arrulla a la conciencia;

La riqueza interior nos da paciencia,

la paciencia que une tierra y cielo.

 

 

Autor:Bernardo Arzate Benítez