FrancoBouzas

SONIDO EN EL ESPACIO

Voy recorriendo cada botón de tu camisa con la yema de los dedos. Se desarman. El acrílico, asteroides que se estrellan en las baldosas, amortiguan el sonido de la ropa. Llego hasta tu último botón desnudo. Me entretengo acariciándolo mientras tus manos se pierden en el pelo. Nuestros dedos nos pertenecen. Nuestras lenguas son una. Secos, mojados. Desmenuzo las telas que nos vendan. Alfombran la arena, pirámides de ropa sudada. Caemos como dos cometas hacía el colchón. Se destapa el sonido en el espacio. Somos dueños del grito. Tus garras violetas se hunden en mis carnes violentas. Mi lengua se hunde en el botón, dibujando notas. Tiembla la cama a corcheas. Nos hundimos. Fundimos los vientres. Nos perdemos. Andróginos cocidos de frente. Tus labios en el hombro, suben al cuello. Siento tu lengua cosquillear lo salvaje. Se estremece. Suenan negras a cuatro tiempos. Somos nudos marineros. Ocho piernas, treinta ojos, cuatrocientos gritos. El océano nace de tu montaña y los peces nadan en una nebulosa. El éxtasis nos divide. Dos cometas sobre el colchón, y los dedos, viajan sobre estrellas en tu cuerpo.