Augusto Fleid

Una Bala En La Recámara

No podría vivir con la idea

de ver sufrir a este corazón como un mártir detrás de cuatro paredes de concretó.

 

Incierto es el destinó,  ni se que hago yo tratando de completar una página incompleta, más aún ahora quien podría completar este lugar vacío. 

 

Por las noches;

No puedo dejar de llamarte 

De manera inconciente 

cuándo duermo.

Aún así sería un sortilegio oír de nuevo tu voz, la cual imaginó que rodea la vacia habitación. 

 

Recae el renglón... en este triste verso, el cual con sinceridad escribió un corazón y un beso suyo era una necesidad

Para este poeta que dejaste enamorado.

 

Susurra el viento a mi oido

aquella añeja promesa, la cual su boca muda olvidó.

Se agolpan los latidos

en el reverso de esta hoja,

en el cual aloja esta bala en la recámara interior de un armario.

 

Un ordinario sentimiento.

El cual entre estas cuatro paredes de concretó.

Sediento...

buscò su anhelo,

su luz en la inmensa oscuridad.

 

Mas aun asi se pierde en los confines de un pensamiento nostálgico.