a. santas

el albergue que no llega

y luego no tenemos un albergue,

decís que hay que tirar de presupuesto

cuando en la calle el baño ya está expuesto,

la taza, el lavado que se yergue.

 

gobierna la ciudad algun imberbe

sentado en un sillon, pegado al puesto,

no se olvida de cobrar el impuesto

por andar, por respirar, por algo verde.

 

ahora el indigente ya dormita,

cubierto por un cielo con estrellas,

con hambre y sin cenar, con una cita

 

para un amanecer de luces bellas,

el auditorium agotó la guita,

las zanjas se completan con querellas.