alicia perez hernandez

UNOS VERSOS ROBADOS...

UNOS VERSOS ROBADOS...

 

En unos versos robados te robé el corazón

y te hice el amor mil veces,

las mismas veces qué tus poemas de amor leí en la noche,

era muy extraño pero clarito

sentí que estabas ahí conmigo,

y leíamos los mismos versos eróticos...

mil besos te di y sentí que tú estabas allí conmigo.

...Y en tu foto mis labios posee

y con gusto los mordí a beso y beso,

...Y todavía te preguntaba;

¿Te gustó el beso qué te di, Amor?

Y sentí tu piel se enredaba con la mía,

y tu olor de hombre fuerte me atrapó en tus redes,

...olías a pasión a deseos ardientes con ganas de mí,

con ganas de poseerme y de hacerme tuya... de los pies 

a la cabeza, me sentí reina, amante y tu todo era para ti,

y sentí como mordisqueabas el dedo gordo de mi pie,

tan excitados estábamos que más no esperé,

tan apasionada besé tus labios y los que pasaste por mis senos,

y los cuerpos se fundieron y éramos como volcán en erupción. 

Todo por unos versos robados yo haciéndote poesía y tú me poseías.

 seguro estás pensando qué estoy loca?

¡Ah no! Tú sabes que amo tu poesía y es mi delirio y mi pasión,

 eres mi poeta favorito, mi verso y prosa de amor.

y él poeta que me inspira y en unos versos robados te hago el amor, 

cuando leo tu poesía. Soñé hacerte el amor en tu poesía  erótica, 

...sin saberlo tú en versos robados te robé el corazón, 

y te hice el amor mil veces y te escribí mil versos de amor.

las mismas veces que tus versos leí y mil besos te di,

en un orgasmo de poesía te amé más desde aquella noche.

¡Amándote así como te amo mío, Amor!

no me arrepiento de nada, porque eres mi inspiración,

mi verso y mi poesía y mi canción de amor,

y en versos robados le hago el amor

besando tú boca con tanto ardor y pasión

y a quien escribo poemas en espíiritu cuerpo y alma.

¡Eres hermoso, amor! ...Me robaste el corazón!!

Y con versos y poesías nos amamos todos los días.

¡Somos destino, Amor! Siempre tuya, siempre mío. 

 

Alicia Pérez Hernández... México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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