Admito que noches antes fui cómplice de la luna y sus secretos, me confeso que no estabas bien del todo, que estabas pasando por un gran tormento, te vio llorar muchas veces, y hasta te escucho cuando a solas le hablabas, le contaste del amor que sentías en el pecho.
Su destello fue tan magistral, el brillo que esparcía era tan anormal, sentí su ira, estaba furiosa porque su compañera nocturna no hacia más que sufrir en el jardín, las rosas mojadas por sus lágrimas, donde la soledad era impaciente, donde el amor no se hacía presente.
Sigues al frente de un querer que ya murió para uno, mientras que para ti, sigue aún más fuerte el sentir, ese que te causa daño, pero cuando estas a su lado, hasta las piernas te tiemblan, patán, miserable, que tu amor desprecia.
Ilusiones falsas crecen en ti cual si fuera planta, esta noche hablare de nuevo con la luna y le diré que te ilumine a la cara, enviándote un fuerte beso, que te haga borrar por lo menos un minuto de aquel amor que te esta marchitando el alma, malaya ilusión que crece y ese tonto que no hace nada.
Henry Ruiz
20 DE MARZO 2021
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