Leomaria Mendes

Belleza oculta...

Te observo desde la ventana de mis juicios, te miro y te veo, y ahí sigues sentada en un asiento en la plaza de todos, en tierras de nadie. 

Te observo muy lejos de sentir lástima, pero muy próxima de sentir misericordia por tu existencia. 

Viajo desde la ventana de tus ojos, y veo mucho más allá de tu vertedero en forma de libertad. Voy descifrando tus secretos atesorados en un baúl de sufrimientos y rencor. Aún en tu niñez, nunca has tenido amor o te han regalado una manta para las noches frías, bajo el roció del miedo a la oscuridad, en un abismo de infortunios desechada como sobras humanas por las calles... 

En tus sueños, anhelabas sentir amor de una madre y el sabor de las fresas frescas sobre tus labios. 

Pensabas; 

Luchabas cada día a pecho abierto, con los pies grietados y sangrentados por tantos rechazos, hasta que tus cuerdas vocales a restringió de sonidos, por tanto, pedir limosnas a gritos, cuando nadie te quería escuchar. 

Sigo leyendo tu interior... y leo que para aplacar el hambre has hecho cosas innombrables, por poder subsistir un día más en este mundo, insistiendo a él, que ya no te aplastes más. 

Veo que ya no te queda lágrimas por llorar, y que estas planeando quitar tu miserable vida, te bloqueas en tu mirada perdida, dejando la ventana de tus ojos abiertas e indefensa, para cualquier persona como yo, poder entrar por ella, y sentir tu dolor. 

Mi misericordia me guiará hacia a ti, lloraré por ti, cerraré la ventana de tus amarguras, y abriré las puertas de mi hogar y de mi corazón. 

Te presentaré a mi Maestro, y ya no más, te sentirás sola. Y cuando te despojes de este pesado baúl de sufrimientos, podrás ver lo cuan hermosa eres tú.  

 

Leomaria Mendes 

Valencia - España 

Der.Autor