Místicos camellos
misteriosos atravesando realidades paralelas
son gigantes sobre nuestras playas.
Los pude ver en una foto, viajeros del tiempo, trayéndonos mensajes desde el pasado,
en sus depósitos llevan agua de sueños, en la que condensan galaxias abiertas,
dentro de una botella,
una gota de su elixir equivale a trascender el tiempo, a sanar tu realidad presente.
Camellos rumiantes, se transforman en palmera,
sonríen al presente mientras mastican la tensión entre sus dientes...
podemos verlos solo en fotos,
pero están con nosotros,
se desvelan con nuestra ansiedad,
y al final de todo, en el extremo desierto ensoñado,
sin sus reyes mágicos vaticinan momentos de paz,
de calma entre las palmeras,
de remansos de ternura,
y toques de intensa pasión al despertar.