Miranda Mori

Sentimiento Dominante

Ningún ser humano puede resistirse.

Hasta el ser más soberbio se doblega

ante ese sentimiento tan extraño

que mata pero a la vez resucita.

 

¿Quién puede ser indiferente a eso

tan subyugante que llaman caricias?

Es muy difícil no caer rendido

ante los besos, orgasmos del alma.

 

Nadie puede salvarse de la condena,

todos algún día seremos prisioneros

de ese sentimiento tan vaporoso,

sutil, hipnótico y alucinógeno.

 

Hasta los dioses se vuelven sumisos

ante ese sentimiento tan ardiente.

Vibró Afrodita con Ares y Adonis.

Cayó Apolo ante Dafne y las musas.

 

Tendría que no existir el corazón

para que no exista este sentimiento

tan sublime, tan estupefaciente,

tan misterioso que se llama AMOR.