Luis de Yeliang

Lentamente morimos

Lentamente morimos y nos dejamos morir,

si las ilusiones nos muestran la cara más díficil,

si las esperanzas se marchan con un movimiento ágil

de alguna mano que a lo lejos se despide,

sin la sonrisa que los temores alejara

a donde nadie pudiera desenterrarlos,

lentamente nos abandonamos y morimos.