Amaneceres Abruptos

Amanecer de sombra

AMANECER DE SOMBRA

El día nace en un sollozo

de cláxones de coches afligidos,

los cuerpos se empapan de costumbre

y el deseo claudica en el asfalto

de rotondas que no escapan

al amanecer de sombra.

Ni siquiera unos ojos seductores

ni una media sonrisa subversiva

enaltecen el alma en los días calcados.

La inercia cotidiana,

anhelos cercenados, 

llamadas en espera

comulgan con un cáliz de letargo.

Quién pudiera podar

la maraña de tedio y reincidencia

y azucarar la acidez de la desidia,

pero todos se revuelcan satisfechos

en su zahúrda de rutina preferida

y desoyen los acordes de aventura

que no han de cautivar por siempre

nuestra voluntad de huida.

 

Amaneceres Abruptos©

Miguel Herrero Villavieja.