Asklepios

Se ha de regalar

Se ha  de regalar toda  duda, todo tropiezo.

También, al menos, alguna de las

variadas verdades del universo.

Pero sabemos que ya nadie estará aquí

para completar a la inevitable desolación

de sabor agrio que toda huida tiene.

Todo lo que en aquellos días soñemos

quedará oculto  

tras los besos que tantas veces quisiste,

tras los besos  que tantas veces pedí

y que siempre se borraron en la oscuridad.

Serán pequeñas las miserias que nos queden:

amontonadas llagas sobre nuestras vidas.

Suerte haber conseguido despertar a tiempo.

 Suerte poder dejar todo atrás.

 Suerte este abandono

que ha sabido dejar atrás nuestra danza

desierta de huellas.

Huellas que jamás nadie podrá

volver a invocar.