Que tus caricias
queden en el recuerdo
del abismo.
Pues eras mi infierno,
mi dolor y sufrimiento;
que con solo una taza de café te he de olvidar.
« Tus torturas ya se fueron. »
Adiós amenaza mía…
Adiós querido recuerdo,
ya no te espero…
ya no estoy al pendiente de ti.
Amenazado por tu cruel decepción,
amenazado por tu dolor,
amenazado por tu pasión.
Pues decías amarme
con fervor
tira del gatillo y dispara a mi corazón.
Será preferible morir
a recordar todas
esas premuras que al final me destrozan.
Y que quede solo el dolor
eterno que he de sentir,
vale mas que vivir.
Amenazado a tu cantar,
a tu recuerdo,
a tu amor.
Y el en carácter fuerte que te cargas,
vivo amenazado.