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AMOR SOLEMNE ¡BODAS DE ORO! (SONETO) A MI ESTIMADO AMIGO EVANDRO VALLADARES

¡Nervioso desde el alba, esposa mía!

Mirándome en tus ojos cristalinos,

evoco las imágenes del día

que unimos nuestra vida y nuestros sinos.

 

Me late el corazón como latía

el día que juntamos los caminos,

y en las Bodas de Oro, ¡quién diría!,

aunamos nuevamente los destinos.

 

El mismo amor solemne que jurara,

contigo y nuestros hijos lo proclamo

“mirándome en tus ojos y en tu cara”.

 

En ellos, Guillermina, hoy “te amo”,

y quiero que este pacto lo sellara

 el mismo beso aquel, que hoy te reclamo.

 

Deogracias González de la Aleja