Para el amigo extraviado
Como pluma en el alba,
avistando los costados del universo
que su existencia desparrama.
Para el amigo estimado, más allá de mi palabra.
Para el cancionero de los acantilados que murmuran
como ecos regurgitándose en la distancia.
Para sus latidos de invierno, para su escarcha.
Para él que sabrá, quién lo reclama!
Para los ladrillos enmohecidos
de un tiempo en desgana.
Para las fisuras más bellas de su alma!
Cosido al bagaje de mis latidos,
como retazos de perseverancia.
Para el amigo que me ha suspendido
en la tragedia de la mescolanza.