Saulo García Cabrera

LA ABEJA SE ACERCÓ A LA FLOR.

 

 

La abeja se acercó a la flor,
su aroma la cautivó
a tal punto…
que se quedó.

Luego probó la miel
se embelesó,
y aquel paraíso…
nunca dejó.

Disfruté tu aroma,
probé tu miel,
atado vuelo ahora
sobre tu piel.

Bella flor
de dulce miel,
paraíso fiel,
lleno y sin fin…
que dicha que un dia volé
sobre tu jardín.

© Saulo García Cabrera