Sunny Starr

Eres un recuerdo

Te das cuenta siquiera de lo que eras? 

Te imaginaste alguna vez que el centro de mi universo eras tú? 

Eras el manantial fresco que bañaba mis colinas. 

Eras el sol ardiente que iluminaba mi nombre.

 

Eras el jugo de cada fruta que yo comía, eras la melodía de cada ave que cantaba. 

Tu cuerpo el más bello paisaje.

Tu piel,  como un instrumento que mis manos felices tocaban. 

 

Tus labios manjar dulce y exquisito que me encantaba probar. 

Eras la mejor pareja con la que yo había bailado ... Al compás de tu respiración. 

Y ahora?

Ahora todo eso es solo recuerdo.

Añoranzas de mis colinas sin el frescor de tus aguas. 

Mi nombre entristecido y a oscuras sin los rayos de tu sol. 

Las frutas ahora secas y sin sabor las prueban mis labios. Y en silencio sin melodías. 

Ahora no hay paisajes. 

O tal vez si ... Al mirarte a lo lejos, pero tan rápido te desvaneces. 

 

Mis manos ahora no tienen a quién tocar. 

Y tus labios ya no se dejan besar.

 

Por qué?

Por qué todo esto ha pasado? 

No lo sabes tú. 

No lo sé yo. 

No lo sabe la vida. 

No lo sabe el destino. 

No lo saben nuestros besos.

No lo sabe nuestra piel. 

No lo sabe la oscuridad de tu alcoba.

No lo sabe tu lecho.

 

Nadie lo sabe. 

Sólo el recuerdo. 

Y ahí (en el recuerdo) permanecen cada beso que nos dimos. Cada silencio que en nuestras noches nos envolvía y después con suaves voces Interrumpiamos. Cada momento de gloria, de erotismo, de calor y de sudor ... 

Cada baile y cada disfrute de nuestros cuerpos piel con piel.

 

Ahí están. 

En el recuerdo.

En mi mente ... tan vivos y vibrantes.

Y en tu pensamiento también habitan ... cada vez más inquietantes.