Amanecer sesenta y cinco
Que cansada te siento, mi Morita,
vas perdiendo poco a poco las ganas de vivir,
te me apagas
y yo solo puedo mirarte
y tratar de contener mis lágrimas,
te entiendo, son ya muchas batallas,
ganadas a medias.
Estás en las manos de Dios
y en tu voluntad,
iremos a casa,
pero con el más pesimista diagnóstico.
No importa, mi vida,
mientras respires, estaré a tu lado,
no me rindo,
no me canso,
no te abandono,
solo espero con fingida tranquilidad,
el momento de tu vuelo,
que será de mi...
Ni yo lo sé, tambien moriré, no ?
Cuando y de que manera,
poco importa.
Sin ti, mi vida bien poco vale,
como los troncos muertos...
que van flotando en los rios,
iré hacia ti, mi Monita,
tu espíritu quedará en mi alma,
como el mas bello recuerdo,
vuela cuando sea tu mejor opción.
No alcanzó mi amor para sostenerte.
Te fallé y me duele el alma,
ver como te vas apagando lentamente...
Ron Alphonso
28 de febrero 2021