Leoness

Al final del tĂșnel

Al final del túnel

nada se aclara, más, persiste

con definitiva rotundidad

la soledad que me asiste.

 

Es una nebulosa, desastrosa,

quien me retiene la voluntad

que medra en mis sentimientos

me desata inseguridad.

 

Mi visión se nubla,

apuesto por que mi cuerpo resista

los anhelos que nada me socorre y,

lloro porque nada termina.

 

Paso volando por entre árboles

inmensos, llenos de seres ajenos,

incomprensibles barrancos precipitan

corrientes de agua, navegando hacia atrás.

 

El sol se ha olvidado de renacer,

el nuevo día, parece no llegar,

el horizonte ¡no existe!, si,

es que alguna vez existió.

 

Todo en silencio, ¡no oigo!,

mi vista no detecta, ¡soy ciego!,

mi tacto no responde, ¡no existo!,

me invade una sensación…¡extraña!.