Cubanito

La belleza interior

Siendo un fumador olímpico y fino como un pincel 

me mirabas y valorizabas con una mueca

mi cabello color miel

Vida mía que tantas vueltas diste, te vas con los

cigarrillos que he dejado en la puerta de un hotel

Cuerpo que cedías ante el cambio abdominalmente hablando

llegue un momento a pensar que pasarías de ser Quijote a ser Sancho,

Luego llego la calma, respirando mucho y comiendo como un oso. 

Después el detalle diario, de quien come hierros

es mi cuerpo que cubre huesos con músculos que brillan 

y ya no encierro.

Precisa tu lengua ahora y precisamente a 

estas horas me viene a hablar de amor, 

anda ríe, corre, llora y es que sé, no sabes nada

de mi belleza interior.