Milye Florian

Lluvia

Ayer miré nubarrones mientras caminaba por los senderos de mi aldea. Apresuré mis pasos para llegar tan pronto a mi hogar. Entré de prisa a mi cálida habitación, me acurruqué sobre mi lecho y cerré mis ojos y en seguida pude contemplar cómo brotaban las amapolas en mi huerto. Corrí y cogí unas cuantas formando un ramillete con ellas y mientras las unía, pasaron frente a mis ojos las nubes cargadas de lluvia, parecía que iban de paseo, pero celosas de mi presencia en el huerto, descargaron despiadadamente gotas como cántaros, haciendo vibrar mi cuerpo. ¿Y de qué me sirvió huir? Me alcanzó la lluvia.

Milye Florian
190221